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lunes, septiembre 01, 2008

Minchia!!!




Nueva Orleáns esta siendo desalojada ante la llegada del Gustav, “la madre de todos los huracanes”. Creo que mi situación no es mucho mejor.

Hoy resuena en mi cabeza mi admirado Luis Aguilé. “Es una latra el trabajar, todos los días te tienes que levantar…” Y una amalgama de recuerdos va dibujando en mi interior la llamada depresión postvacacional. Qué palabro, nene.

Un mes sin despertador. Un mes sin preocupaciones. Un mes tocándome los cojones. 30 días con sus 30 noches. O mejor dicho: 30 noches con sus 30días. Ya lo decía mi madre: “Te gusta demasiado la noche”. Y ayer la noche lloró el fin de unas vacaciones saboreadas hasta el último momento. Lloró, pataleó, gritó y se desesperó el cielo. A mi me dejo empapado y con la colada en la lavadora. Al menos el Madrid perdió.

Y cuando he llegado a la oficina todo esta igual. Igual que hace un mes. Y pienso que me pasaré aquí los próximos 335 días, más o menos. Pero alguien me dijo el otro día en el ascensor que el verano no se termina hasta que Santa Tecla se pira. Qué consuelo. El verano me la pela. Yo ya siento el frío interior de los madrugones y la oscuridad de la mañana laboral.

Aún tenemos tiempo de pegarnos un chapuzón y de barrer arena en nuestra casa. Aún nos queda manga corta para rato. Aún nos quedan noches de terrazas y algunas mañanas entre sábanas. Lo malo es que ya no lo haremos cuando queramos, sino cuando podamos.

¡Qué exageración! Todos será cuestión de que llegue el viernes. Yo, por si acaso, me he levantado tarareando buenos recuerdos. Que el Gustav nos pille confesados.